¿Quienes somos?

Bienvenid@ a este espacio virtual/cultural donde encontrarás las actividades que realizamos y a través de la que podrás dejarnos tus comentarios, dudas o sugerencias.

Somos un grupo de actores y actrices tucumanos que hacemos teatro todos los días del año: producimos espectáculos, dictamos talleres e investigamos este arte en nuestra Casa Luján. Casa cultural, abierta todo el año y en constante crecimiento en el corazón de Villa Luján.


+Q.E.P.D... OBITUARIO PARA UN NIÑO PERDIDO

No. No negaré nada de lo que he sentido al ver esta pieza. No negaré que mi morosidad en escribir este texto obedece a la multiplicidad de estímulos y evocaciones experimentadas. Soy una extraña caja de resonancia.


+Q.E.P.D. me ha remitido primero a la idea de lo fúnebre, a las aciagas inscripciones hechas sobre las tumbas conmemorativas, a la idea-imagen de occisos, cadáveres y muertos.


Y si alguien ha muerto todo es réquiem en la casa de los deudos. Y si alguien ha muerto todo es ausencia y presencia al mismo tiempo. Pero si alguien ha “desaparecido” en circunstancias dudosas, sin dejar rastros ni pistas discernibles a un nivel racional, la certeza del duelo es reemplazada por la incertidumbre y la sospecha ilimitadas.


Una nueva regla de juego es instaurada entre las víctimas, familiares o sobrevivientes del desaparecido y consiste en la suspensión de la buena fe, en la suspensión de la credulidad, en la suspensión -a nivel doméstico pero también de impacto social- de las garantías de inocencia exaltadas como principios de defensa por la criminalística moderna. Todos, a partir del hecho cierto de la “desaparición” (en el seno de esa familia) serán “culpables” hasta tanto se demuestre lo contrario. El principio constitucional del in dubio pro reo queda suspendido. Y la duda constituye de aquí en más el principal elemento corrosivo, que hará temblar los cimientos de la institución familiar. “No te creo” parece murmurar la Tía Tonia por la casa cada vez que se encuentra con alguno de los cohabitantes. “No te creo”… Y no creer es una de las formas más voraces de la soledad y la paranoia.

+Q.E.P.D. es una pieza de alto contenido humano. La desaparición de un niño marca un hito en la vida de esa familia signada por el delito, el contrabando, el narcotráfico y la ambición de poder. La desaparición de un ser indefenso constituye además el paroxismo y el colmo de la impunidad.

Anarquía, caos, desorden, intrigas familiares, vocación empresarial inescrupulosa, bajos instintos, aberración, incesto, delirio, demencia, oscuridad son, a mi juicio, los eslabones de esta cadena isotópica perversa.

Podría decirse que varios niveles de interpretación convergen en la lectura posible de +Q.E.P.D. Desde los más palmarios (referencia fúnebre), hasta otros menos evidentes, que remiten a libres asociaciones que ligan entre sí a textos procedentes de las diferentes áreas del quehacer humano. Lo cinematográfico aparece como una presencia ineludible. Textos fílmicos se hacen presentes no bajo la forma de la cita explícita pero sí a través de la adopción de, por ejemplo, el nombre de algún personaje (Marlon Brandoni). Entonces resulta inevitable asociar a la obra con filmes como “El padrino” de Francis Ford Cóppola, en punto a la temática de la mafia, o “Feos, sucios y malos” de Ettore Scola, en punto al caos familiar de tintes neorrealistas y fuerte impronta kitsch o a “Underground” de Emir Kusturica en relación a la idea de lo subterráneo y de la fabricación ilegal.


Otros textos también convergen en la lectura posible de esta obra, textos procedentes de la literatura: Antígona de Sófocles (y el eco insobornable de la tragedia) o Antígona Vélez de Marechal y la idea de adaptación telúrica del drama universal de la pérdida de un ser querido y la pugna entre la justicia humana y divina.


Pero existen también los otros textos, los que he dado en llamar los prototextos, los textos anteriores, subyacentes, el gran texto de la historia (que es y ha sido leit motiv de varias reflexiones y creaciones ficcionales y no ficcionales). La historia argentina convive en la obra bajo la forma de “íconos”; así un retrato de Perón presidente coexiste con un afiche promocional de una película porno. “Pornografía y política”, es una alianza funesta que parecieran denunciar los integrantes de Suvastateatro. La pornografía como la cifra de lo impúdico, de lo irreverente (y la política también).

Creo necesario volver sobre el punto: “Marlon Brandoni”. Marlon Brando es el intérprete que encarna al “padrino” en la ficción de Cóppola. Un mafioso “con escrúpulos”. En el ensayo titulado “Más grande que la vida”, Silvia Schwarzböck apunta la existencia del llamado “principio de no exterioridad”, que consiste en la idea de un mundo regido por sus propias reglas. En la ficción de Cóppola, el padrino no transige en relación a la droga. Todo está permitido para él, todo puede ser objeto de compra y venta menos la droga. La intromisión del narcotráfico como imperativo empresarial es rechazada por él y esto desencadena el caos y la muerte. En Q.E.P.D. las reglas del juego se invierten, y este Marlon Brandoni es el principal exponente y promotor del comercio de sustancias tóxicas. En la ficción propuesta por “Suvastateatro” se ha derrumbado el último vestigio de moralidad…todo vale. Y ya nada importa, como no sea la protección de los propios intereses y la acumulación indebida de bienes.


Reparemos en este punto: Marlon Brando no es el “padrino”, es el actor que interpreta al padrino. Los niveles de ficción y realidad son delimitamos claramente por el espectador. En +Q.E.P.D. el personaje remite al intérprete, ficcionalizándolo, introduciendo la ficción en el seno mismo de la no ficción. Un sujeto empírico (Maron Brandon) deviene sujeto ficcional (cierto que satirizado y modificado por la “i” final, que nos remite a otro ícono, el de la comicidad argentina: Luis Brandoni).


“Todo es ficción”, parecen murmurar los integrantes de +Q.E.P.D… “hasta lo que no lo es”…

De ello podemos inferir el carácter desbordante de lo ficcional, el carácter expansivo y predominante de la ficción sobre toda forma de realidad.


Desde este prisma, el mail de difusión puede ser leído como una hibridación inescindible entre ambas:

“Revuelta en el barrio Villa 9 de julio, donde los vecinos corrieron a pedradas al presunto depravado”.

La ficción exuda la potencia de lo “verdadero” y tiñe a la realidad.


+Q.E.P.D. es una nostálgica expresión de deseo. “Que si te has muerto (que si te han muerto) pueda yo despedirte”. “Que si te has muerto (que si te han muerto) tenga yo la certeza de tu cuerpo gélido”. “Que si te has muerto (que si te han muerto) viva yo el cruel epílogo de tu entierro”. “Caso contrario, pensaré que vives siempre…en algún lugar ignoto”, murmuro yo… o la Tía Tonia…mientras busco en la calle oscura un taxi que me devuelva a casa….pronto.

María Belén Aguirre